Las empresas que apuestan por la calidad deben de encontrar la forma más adecuada para poder gestionarla correctamente, hablamos de establecer unos principios, tratar de implementar las acciones planteadas, mantenerlas durante el tiempo y con la forma deseada, hacer el seguimiento oportuno y tratar de mejorarlas de forma continuada.
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Este sistema debe obedecer a unas pautas generales tales como:
Ordenar y definir las entradas y salidas necesarias en cada proceso.
Establecer la prioridad y la forma en la que se ordenan los procesos.
Vigilar la eficiencia de todos las partes implicadas, determinar y aplicar criterios que junto a métodos establecidos permitan el control de todas las acciones.
Determinar los recursos que van a ser necesarios y velar por la continuidad de los mismos.
Estipular quienes van a ser los responsables en cada área y autorizar a los miembros.
Asignar riesgos y oportunidades en función de los requisitos deseados
- vAportar los cambios necesarios para asegurarse de que todos los procesos logran los resultados previstos.
Revisar, continuar y mejorar los sistemas de gestión de la Calidad.
La empresa debe de implicarse plenamente en la consecución de los objetivos de calidad, para ello es fundamental contar con expertos en la materia como los que Valdés Asesores tiene entres sus filas y apoyar la operatividad de los procesos. Así mismo se deben conservar todos los datos en documentos que permitan demostrar que acciones se están realizando.
En la parte de gestión de procesos ISO 9001:2015 enfatiza con más determinación y nosotros debemos ser capaces de concretar y definir los procesos necesarios para la implantación del servicio de la gestión de calidad.
En líneas generales la empresa debe dotar de las herramientas necesarias para llevar las actividades a cabo. Debe definir unos resultados esperados, un horizonte hacia el cual vamos a mirar a futuro. Debe reconocer que se van a necesitar unos recursos y que se van a destinar sólo y exclusivamente a esta actividad, además de la disponibilidad de los mismos. Debe asumir ciertos riesgos y unas oportunidades que vamos a querer aprovechar, realizar una planificación estratégica y ejecutar el plan trazado para ser más eficientes. Y por último debe detectar esas oportunidades de mejora en el propio sistema de gestión de la calidad.